Por Dra. Macarena Hormanstorfer
La enfermedad hepática por hígado graso es actualmente la afección hepática crónica más común a nivel mundial. Se estima que afecta alrededor del 30% de la población en general. Sin embargo, en pacientes con obesidad o diabetes, la prevalencia se eleva al 40-50%.
El diagnóstico de esta enfermedad se realiza mediante la detección de acumulación de grasa en el hígado, a través de métodos de imágenes o biopsia, descartando otras causas de enfermedad hepática crónica.
Es importante destacar que muchos pacientes con esta enfermedad no presentan síntomas relacionados con el hígado graso y, en muchos casos, el diagnóstico se realiza de manera incidental durante chequeos de rutina.
El espectro de la enfermedad hepática por hígado graso es amplio. La acumulación de grasa en el hígado puede causar inflamación y degeneración de las células hepáticas, lo que se conoce como esteatohepatitis, una variante considerada más agresiva que aumenta el riesgo de fibrosis hepática.
Si has sido diagnosticado con esta enfermedad, es importante que asistas a tus controles médicos para descartar otras causas y evaluar el grado de afectación de tu enfermedad.
En cuanto al tratamiento, el hígado graso está asociado con la obesidad y el sedentarismo, y se considera una manifestación del síndrome metabólico, que incluye obesidad, hipertensión, dislipidemia e hiperglucemia. Por lo tanto, es fundamental realizar cambios en tus hábitos de vida. Adoptar una alimentación saludable y realizar actividad física regularmente son pilares fundamentales para mejorar esta condición.
Recuerda que nuestro equipo de especialistas está aquí para brindarte el apoyo necesario en tu camino hacia una vida más saludable. No dudes en consultar cualquier duda o inquietud que puedas tener.
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La Dra. Hormanstorfer, especialista en Hepatología, nos cuesta más sobre esta condición.
Dra. Macarena Hormanstorfer
Médica UBA - MN 157.176
Esp. en Hepatología y Medicina Interna
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