El  primer encuentro tiene como objetivo prevenir alteraciones ginecológicas, confirmar que el aparato genital es normal y asesorar respecto a métodos anticonceptivos cuando se demanden.

 

En edades tempranas, puede ser un buen momento para resolver dudas y abordar los cambios que experimenta el cuerpo durante la pubertad, ya que es en esta etapa de la vida cuando se desarrollan por completo todos los órganos corporales. También, es una oportunidad para conocer y adquirir hábitos de salud correctos.

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Nuestro equipo recabará datos sobre posibles antecedentes familiares, así como algunos datos médicos (edad de la menarca o primera menstruación, cantidad de sangrado menstrual, dolor con la menstruación, entre otras informaciones).

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Si ya se han iniciado las relaciones sexuales, se procederá a explorar la vagina y eventualmente se  realizará un tacto vaginal para valorar la normalidad del útero y los ovarios. En estos casos,  se explicará cada acción y se enseñarán los instrumentos de los que se servirá el especialista para  que la paciente pueda familiarizarse con el proceso. En este momento también  se puede aprovechar para la toma de la citología cérvicovaginal o Papanicolaou si se cumplen con la condiciones para la toma.

 

Si por el contrario no se han tenido relaciones sexuales, el examen físico consistirá en la valoración de las mamas y la vulva.

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En OCMI ofrecemos un abordaje integral para brindarle al paciente la atención específica según su situación. Si el caso lo requiere, se trabaja en conjunto con otras especialidades, las más frecuentemente consultadas son Endocrinología, Clínica médica, urología y  nutrición, entre otras.